sábado, 27 de septiembre de 2014

Recomendaciones para el uso de Pezoneras

 Cuando decidí probar las pezoneras no sabía bien cómo usarlas. Además la marca que elegí no venía con instrucciones detalladas por lo que me pareció importante dar algunos consejos sobre este tema. De todas las páginas que revisé, las recomendaciones que detallo a continuación me parecieron las más adecuadas de acuerdo a mi experiencia.  Al final estoy copiando la dirección de la página de donde obtuve la información para redactar esta entrada por si desean revisarla ya que también ofrece información de cómo usar las pezoneras cuando se tiene pezones invertidos (solo que el texto original está en inglés).



Recomendaciones para el uso de pezoneras de silicona



Antes de usar: Siempre asegúrate de lavar la pezonera en cada toma con agua tibia y jabón (yo incluso los esterilizaba con vapor).



Como aplicar: asegúrate que la pezonera está seca antes de aplicar. Dóblala hacia afuera levemente antes de ponerla en el pezón. No la dobles completamente. Con la pezonera doblada ligeramente hacia afuera ponla en la base del pezón y extiéndela sobre este. Es normal que haya  un espacio entre el extremo del pezón y el extremo de la pezonera.




Como usar: una vez que la pezonera está posicionada correctamente agarra tu pecho con una mano en forma de C mientras que con la otra mano sostienes la cabeza y cuello de tu bebé. Frota suavemente tu pezón (punta de la pezonera) contra la nariz, boca y mentón de tu bebé para que este abra su boca completamente. Una vez tu bebé haya abierto completamente su boca, llévalo hacia tu pecho (hacia la pezonera). Nunca lleves tu pecho hacia la boca de tu bebé. Una vez esté bien prendido del pecho, asegúrate que la boca de tu bebé esté bien abierta de forma que sus labios se vean como los labios de un pez. 

 

Después de amamantar: para asegurarte de que tu bebé se alimentó bien observa si este está satisfecho y si tus pechos se sienten más suaves (aunque en muchos casos las mamás siempre sienten que sus pechos están suaves, incluso antes de que el bebé lacte, y esto no quiere decir que no estén produciendo leche), además puedes revisar si en la pezonera hay restos de leche. Recuerda que si tu bebé está ganando peso y tiene un número adecuado de deposiciones en el día estás haciendo un excelente trabajo alimentando a tu pequeño.


Finalmente, recuerda que luego de algunos días puedes intentar no usar las pezoneras en alguna toma para que, de forma gradual, vayas empezando a dejarlas. Una forma de hacer esto es empezar la toma con la pezonera puesta y cuando sea tiempo de cambiar de pecho removerla. A veces cuando intentas removerla en el primer pecho, tu bebé puede estar muy hambriento y puede frustrarse un poco de forma que rechace el pecho. Y no te preocupes si no lo logras en el primer intento, espera unos días y vuelve a intentar. Eventualmente tu lactancia se hará más fácil y antes de que te des cuenta  ya no necesitarás más ninguna pezonera.

Fuente:

miércoles, 24 de septiembre de 2014

¿Dar de lactar duele?




La respuesta esta pregunta es NO o al menos no debería. La primera vez que me recibí información de un experto sobre lactancia fue cuando aún estaba embarazada y asistía a las clases de psicoprofilaxis en un instituto especializado en mamás embarazadas. Antes de esto había escuchado comentarios sobre como algunas mamás la pasaron mal al principio de la lactancia porque la succión de sus bebé les ocasionaba dolor y la mayoría me aseguraba que era normal y que al cabo de una o dos semanas el dolor se iba porque “el pecho se acostumbraba” a la succión. En la única clase que recibí sobre lactancia en el instituto de mamás me dijeron que este era un mito y, al parecer, uno de los más comunes. Me explicaron que lo que causa dolor es el mal posicionamiento del bebé.

Si bien todos los bebés saben succionar, no todos tienen un buen agarre. Según lo que me explicaron, un buen agarre es cuando el pezón llega hasta el paladar blando del bebé, cuando no lo hace es que sentimos dolor. Para lograr esto tabién es necesario poner al bebé de forma que su estómago esté frente al nuestro. Busqué en internet alguna imagen que me permitiera explicar mejor este tema y se las muestro a continuación junto con la definición de “buen agarre” que La Liga de la Leche Internacional publicó en su web:



"...En el seno, las mandíbulas y la lengua del bebé deben trabajar de manera coordinada. Cuando el bebé toma el seno, su lengua forma un canal debajo del pecho y se apoya rítmicamente, presionando el seno de su madre contra el paladar. Esto aplana y alarga la parte de la areola situada atrás del pezón. Entonces, la parte posterior de la lengua del bebé forma un canal antero-posterior, que permite a la leche salir del pezón. Enseguida el bebé traga y respira. Sus labios son retraídos y apretados contra el pecho para mantener la succión."




Hasta aquí todo perfecto, yo sabía que si sentía dolor tenía que colocar bien a mi bebé y con eso los dos estaríamos felices. Incluso me enseñaron una técnica en la cual tenía que cargar a mi bebé de forma que su cabecita colgara levemente para que su boquita quedara abierta y así yo podría introducir mi pezón lo más que pudiera para que llegara hasta su paladar blando. Si no funcionaba y sentía dolor lo único que tenía que hacer era despegar a mi bebé y volver a intentar.



Cuando mi bebito nació y empezó a lactar no sentí ningún dolor, mi mayor problema fue que no se prendía bien, le costaba mucho empezar a succionar a pesar de que yo intentaba ponerlo en la posición correcta. Pasaron algunos días y aparte de que mi bebe seguía teniendo problemas para prenderse de mi pecho empecé a sentir dolor y tenía los pezones muy irritados y agrietados.  El dolor fue aumentando hasta el punto en que ya no podía darle pecho, prefería extraerme la leche y dársela en un biberón. Me deprimí mucho porque siempre pensé que lo mejor para mi bebé era amantarlo así que decidí contactar a una especialista en lactancia para que me ayudara a colocar a mi hijito de forma correcta pero no lo logré.



Una de mis amigas me comentó que lo que la ayudó a mitigar el dolor cuando dio de lactar a su bebé, fue utilizar pezoneras (hasta ahora no sé el nombre correcto de estos productos otros nombres son: cubre pezón, protege pezón, etc.). Las pezoneras son unos protectores de silicona que van pegados a tu pezón y lo protegen, especialmente cuando ya está dañado.



El primer día que usé las pezoneras mi bebé se prendió sin problemas. Después de casi un mes sufriendo porque mi bebé no lograba lactar bien, él se quedó lactando por cerca de 40 minutos. Me sentí demasiado feliz y además sentí muchísimo menos dolor (amé a mi amiga por recomendarme este producto que me pareció tan milagroso).



En Perú hay varias marcas de pezoneras, la que yo usé fue la marca AVENT porque era la más fácil de encontrar (la venden hasta en los supermercados). También probé la marca AMEDA y me parecieron muy buenos, ahora he visto que hay muchas marcas más (MEDELA, NUK, PIGEON, etc.) solo es cuestión de preferencias.



Lo mejor de las pezoneras es que, en la mayoría de casos, son  una solución temporal. Después de unas semanas usándolas, mis pezones habían sanado y mi bebé ya podía prenderse del pecho sin ayuda de estas, así que poco a poco fui usándolas cada vez menos hasta que no las necesité más. Si bien algunas personas piensan que no son lo mejor para la lactancia, a mí me ayudaron a afianzarla y no me generaron ningún problema adicional (aunque se volvió un poco tedioso tener que estar limpiando las pezoneras cada vez que mi bebé tenía que alimentarse pero no era un problema grave).



En resumen, dar de lactar no tiene por qué doler, solo necesitamos colocar bien a nuestros bebés. Si no lo logramos siempre es recomendable buscar ayuda pero si no la encontramos las pezoneras son una solución rápida y temporal a este problema. Visita el post sobre recomendaciones para el uso de pezoneras para obtener algunos consejos sobre el uso de las mismas.  
 

martes, 23 de septiembre de 2014

¡No tengo suficiente leche!


Desde que nació mi hijito, mi mayor preocupación fue si estaba recibiendo suficiente alimento. Los primeros días, cada vez que mi bebé lloraba, lo primero que pensaba era ¡tiene hambre!  No se me ocurría que podría estar llorando por otros motivos como frío, calor, fastidio, inseguridad (sí, porque a veces los bebés lloran solo porque necesitan estar más cerquita a su mamá) o incluso por un cambio de pañal. Además mi familia ya desde antes que mi bebe naciera me decían que probablemente no tendría suficiente leche porque ni mis tías, ni mi abuela, ni mi mama tuvieron suficiente leche. A todo esto se sumó la inseguridad que sentía por ser madre primeriza y la poca información que tenía sobre lactancia y como resultado empecé a creer que yo no era capaz de producir la cantidad de leche que mi hijito necesitaba.



Me pasó lo siguiente, mi pequeño, de días de nacido, lactaba a demanda por 30, 40, 50 minutos (ambos pechos), y cuando terminaba luego de 10 minutos, a veces más a veces menos, empezaba a llorar. Como no era el pañal asumía que era hambre, le preparaba un biberón con formula y se calmaba inmediatamente. Luego se me volvió una rutina complementar el pecho con formula (a esto se le denomina lactancia mixta) y mi bebé parecía preferir cada vez más el biberón al pecho. Además mi flujo de leche era cada vez menor por lo que empecé a pensar que no iba a llegar ni a los dos meses de lactancia. Pero afortunadamente no fue así.



Después de unas semanas de establecer la lactancia mixta en cada toma, mi bebé se estriñó así que decidí investigar un poco sobre algunos métodos naturales para aliviar el estreñimiento en los bebés. Según lo que leí en algunas páginas para mamas, la recomendación general era dejar la formula, lo que me pareció muy extraño ya que yo no le daba formula a mi bebé porque quisiera si no porque no tenía suficiente leche. Entonces,  ¿dejar la formula era una opción?



Resultó que sí, sí era una opción, y aquí recién entendí lo que dar pecho a demanda significaba. Yo sabía que tenía que alimentar a mi bebé cuando él quisiera y por el tiempo que él quisiera pero lo que no había entendido era que los intervalos entre toma y toma podían ser muy cortitos. Por eso cuando mi bebe luego de 5 o 10 minutos lloraba por hambre no era porque no se había llenado si no porque estaba iniciando otra toma y lo único que tenía que hacer era ofrecerle el pecho nuevamente.



Según lo que he podido investigar sobre este tema, lo que sucede es que los bebes recién nacidos tienen sus estómagos muy pequeñitos y no pueden retener mucho alimento por mucho tiempo, además la leche materna se digiere rápidamente (más rápido que la fórmula) lo que ocasiona que tengan que estar alimentándose con mayor frecuencia. También, los bebés a veces lactan más veces en un día para regular la producción de leche de sus mamas y así tener un mayor flujo de leche en las siguientes tomas.



Pero entonces, ¿Por qué mi flujo de leche era cada vez menor? Encontrar una respuesta clara a este asunto me tomó un poco más de tiempo. Sucede que cuando tu bebé obtiene su alimento de otro lugar que no sea tu pecho, tu cuerpo lo toma como que tu bebé no necesitan tanta leche entonces empieza a producir menos. Y como produce menos tú le das cada vez as formula y hay cada vez menos leche materna y así muchas mamás, sin saberlo, terminan la lactancia pensando que se les acabó la leche. Recuerda que la Organización Mundial de la Salud recomienda darle pecho de forma exclusiva a los bebes durante sus primeros seis meses de vida (exclusiva se refiere a no formula ni cualquier otro líquido o cereal).


Entonces, todas las mamás, y quiero recalcar TODAS, estamos en la capacidad de producir la cantidad de leche que nuestros bebes necesitan (incluso para los mas tragoncitos) lo único que tenemos que hacer es dar pecho a demanda y de forma exclusiva y así lograremos alcanzar nuestras metas de lactancia.

martes, 16 de septiembre de 2014

¿Lactancia Fácil y Feliz?


Mi experiencia con la lactancia no fue para nada fácil ni feliz al inicio. Enfrenté muchos de los problemas más comunes como dolor en los pezones, poco flujo de leche y dificultad para que mi bebe lacte. Como consecuencia durante los dos primeros meses de vida de mi pequeño no logré establecer la lactancia exclusiva y me vi forzada a complementar el pecho con la marca de leche maternizada  (más conocida como fórmula) que el pediatra me había recomendado, a pesar de estar más que convencida de que lo mejor para mi bebe era la leche materna.

Precisamente porque la lactancia fue tan difícil para mí al principio, es que decidí escribir este blog. Ahora, 7 meses después, les puedo asegurar que la lactancia no tiene por qué ser complicada. Hoy mi bebe solo toma pecho y complementa con alimentos y me tomó solo una semana establecer la lactancia exclusiva (y dejar la leche maternizada).

En este sentido, el objetivo de este blog es brindar consejos sobre lactancia a las mamás que desean dar pecho exclusivamente, basados en mi experiencia y en toda la información que he podido encontrar al respecto, desmentir los mitos y motivarlas a continuar con la lactancia ya que no hay mejor alimento para nuestros bebes que la leche de sus mamitas.

Y es que, a mi parecer, la clave está en estar bien informadas para de esta forma no dejarnos llevar por todos los mitos y datos incorrectos que existen sobre la lactancia. Si bien he indagado mucho sobre la lactancia, probablemente hayan varios temas de los que aún no he investigado así que invito a cualquier mama que este leyendo este blog a que me comente sobre sus inquietudes y yo haré lo posible para buscar la información necesaria para resolver sus dudas ya que, como mama, yo sé que muchas veces no contamos con el tiempo suficiente para buscar información que nos pueda ayudar.