miércoles, 29 de octubre de 2014

Como dejamos la fórmula en una semana



 Quiero comenzar esta entrada con un consejo, que a mi parecer es el más importante, para todas las mamás que quieren dejar de dar leche maternizada a sus bebés: ¡Confía en ti misma! Y en la capacidad de tu cuerpo para producir la cantidad precisa de alimento que tu bebé necesita. Ya sea que estés complementando la lactancia materna con leche maternizada o fórmula (lactancia mixta) o que esta sea el único alimento para tu bebé (lactancia artificial), si es posible lograr la lactancia materna exclusiva, y además no es muy complicado. 



En el caso de lactancia artificial, cuando se quiere volver a dar pecho hablamos de relactación, y hay algunas técnicas y consejos específicos para esta situación que me gustaría mencionar en una próxima entrada. Pero al igual que cuando estamos con lactancia mixta, es muy posible lograr dar pecho de forma exclusiva. He leído sobre muchos casos de mamás que lograron dar de lactar a sus bebé adoptivos incluso sin haber tenido ningún embarazo. Entonces, ¿porque nosotras no podríamos lograr dejar la formula?



En mi caso, mi bebé estuvo con lactancia mixta casi desde que nació y hasta que cumplió dos meses. El principal motivo fue la falta de información que tenía respecto a la lactancia. Me convencí de que mi leche no era suficiente para mi pequeño y de que siempre se quedaba con hambre. Además como no lo lograba colocar bien al pecho, dar de lactar me generaba mucho dolor, así que cada vez se volvía más conveniente dar biberón. Fue recién cuando mi bebé empezó a sufrir de estreñimiento por la fórmula que empecé a buscar más información sobre lactancia materna. De todo lo que investigué obtuve dos conclusiones principales: para que mi bebé dejara de estar estreñido lo único que tenía que hacer era dejar de darle formula, y para dejar la formula solo tenía que ponerlo más al pecho.



Resulta, que las enfermeras y los doctores, que me recomendaron dar leche maternizada a mi pequeño, obviaron decirme algo muy importante, darle fórmula tu bebé afecta la lactancia materna, incluso te puede llevar a un destete anticipado. Lo que sucede es que cuando le das un biberón con fórmula a tu bebé, tu cuerpo asume que debe producir menos leche ya que tu bebé está recibiendo alimento de otra fuente. Luego como para tu bebé es más fácil succionar un biberón que tu pecho, el prefiere cada vez más el biberón, lo que disminuye el tiempo que tu bebé pasa en el pecho y como hay menos succión tu cuerpo asume que tiene que producir aún menos leche y así sucesivamente hasta que terminas dándole solo el biberón.



Después de revisar toda esta información, decidí intentar dejar la fórmula. Cuando mi pequeño tenía alrededor de mes y medio, en cada toma le daba el pecho primero y luego entre 1 a 2 oz de fórmula. Se supone que para su edad debía darle 4 oz pero yo pensaba que como tomaba pecho, con la mitad de la dosis sería suficiente. Igual si me parecía que se había quedado con hambre, aumentaba 1oz más. Entonces, en un día le daba, aproximadamente, 12 oz de fórmula.



El primer día lo que hice fue reducir la cantidad de fórmula que le daba a mi bebé en cada toma. Observé que, dependiendo la hora, mi bebé tenía más o menos hambre. Alrededor del mediodía, con media oz de fórmula después del pecho él se quedaba contento mientras que en la mañana y en la tarde necesitaba más. Lo que también observé fue que el número de tomas al día aumentó, pasé de darle leche (materna y artificial) cada 3 horas a cada 2 horas o menos. A final del día solo le había dado 7oz de fórmula y mi bebé no lloró ni una sola vez, hasta parecía más contento.



El segundo día decidí quitar la fórmula por completo para ver qué pasaba ya que, en el peor de los casos, aún tenía mi lata de fórmula así que podría preparar un biberón si era necesario. Recuerdo que en una de las primeras tomas de la mañana, mi bebé se quedó lactando por 45 minutos y luego de dejar el pecho pasaron 15 minutos y volvió a tener hambre. Me sentí tentada a prepararle un biberón pero recordé que en uno de los artículos que había leído recomendaban poner al pecho al bebé más seguido cuando se quería dejar la formula. Seguí este consejo y para mi sorpresa mi bebe empezó a lactar, hasta escuchaba como tragaba leche, lo que me pareció increíble ya que yo pensaba que mis pechos estaban vacíos y que tenían que pasar por lo menos 3 horas para que se volvieran a llenar.  Y es que antes de esto no había entendido bien lo que dar pecho a libre demanda significaba.



Cuando mi bebé terminaba de lactar y pasaba menos de una hora para que me pidiera pecho de nuevo yo asumía que no me había salido suficiente leche así que le daba un biberón de formula. No sabía que lo único que tenía que hacer era volverlo a poner al pecho (así hubiesen pasado 5 minutos desde que terminó de lactar) porque así en la próxima toma mi cuerpo produciría más leche.



Al final del segundo día solo le había dado 3oz de fórmula a mi bebé, la mayoría por la tarde porque a partir de las 4pm mi bebé se ponía muy inquieto y el biberón lo calmaba. Al comienzo del tercer día el estreñimiento de mi bebé se acabó así que me sentí más motivada que nunca a seguir con este plan. Ese día solo tomo 1 oz de formula y así siguió por 4 días más. No entiendo hasta ahora porque, pero mi hijito se ponía muy incómodo alrededor de las 6pm y nada lo calmaba más que su biberón, por eso continué dándole 1oz de leche artificial a esa hora.



Luego de dos semanas mi pequeño estaba tan feliz con su teta que ya no fue necesario darle más el biberón. Se había acostumbrado al pecho hasta el punto que lo prefería sobre el biberón. Cuando cumplió 2 meses ya habíamos votado la última lata de fórmula que nos quedaba, su problema de estreñimiento había desaparecido y por fin podía decir que mi bebé tomaba pecho exclusivamente.



Así fue como dejamos a fórmula en una semana. El único problema que tuve, aunque no sé si llamarlo problema, fue que, durante este periodo de adaptación, mi bebé quería lactar cada hora o menos entonces parecía que estaba con él al pecho todo el día. Pero esto mejoró ya que, como había mayor succión, mi cuerpo empezó a producir más leche por toma. Luego de unos días el intervalo entre toma y toma se fue ampliando hasta las dos horas.



Así que mamis, ya ven que es posible. Se puede dejar la formula sin hacer mucho esfuerzo. Lo más importante es que confíen mucho en ustedes y recuerden que si enfrentan alguna otra dificultad, siempre es recomendable buscar ayuda. Al final nuestros bebés serán los más beneficiados.

viernes, 3 de octubre de 2014

Mami, ¡busca ayuda!




En un inicio, la lactancia puede volverse muy difícil para algunas mamás (como yo), especialmente cuando eres mamá primeriza y no tienes apoyo de alguien con experiencia en el tema. En mi caso, de las mamas que tenía como referencia, la mayoría no había tenido una lactancia exitosa. Ellas me comentaban que no habían tenido suficiente leche para sus bebés o que por el terrible dolor que sentían mientras sus bebes se alimentaban habían decidido no continuar amamantando. Y las que si habían logrado amamantar por más tiempo, no habían tenido dificultades al hacerlo.



Como tuve problemas con la lactancia desde que mi bebé nació, decidí contratar a una experta en lactancia que había conocido en mis clases de psicoprofilaxis. La señora me visitó dos veces y me dijo que mi problema era el posicionamiento del bebé. Me indicó que la dificultad que mi bebé tenía para prenderse del pezón y el dolor que yo sentía cuando finalmente lo lograba, eran ocasionados porque lo estaba colocando al pecho de forma incorrecta y cuando lograra hacerlo bien, mis problemas desaparecerían. En ninguna de las dos visitas logramos que yo pudiera colocar a mi bebé de forma correcta así que me rendí y continué complementando la lactancia cada vez con más fórmula.



Como les comenté anteriormente, me tomó dos meses establecer la lactancia exclusiva porque me tomó ese tiempo darme cuenta que necesitaba informarme más sobre el tema y buscar ayuda. Por eso, el consejo que a mi parecer es el más importante para una mamá que quiere dar pecho exclusivamente es: ¡busca ayuda!



A mí me ayudaron las miles de mamás que escriben sobre sus problemas en los distintos foros y blogs como este. Cuando finalmente empecé a buscar información sobre lactancia, leí muchas historias y recomendaciones de mamás que, como yo, habían enfrentado dificultades al inicio de su lactancia y habían logrado superarlas. Y si bien navegar en internet ayuda mucho, yo creo que es mejor buscar ayuda de otras mamás que han dado pecho ya que no siempre la información que encuentras en línea es la más correcta.



Y aquí quiero dedicarle unas líneas a mi grupo de ayuda favorito de toda la vida: LA LIGA DE LA LECHE PERU. La Liga de La Leche (LLL) es una ONG que promueve y apoya la lactancia materna. Se encuentra presente en más de 85 países, fue fundada en 1956 y en el Perú existe desde el 2000.



LLL Perú organiza una o más reuniones gratuitas por mes a las que pueden asistir las mamás (o futuras mamás), con sus bebés y acompañantes (el papa, la abuela, la suegra o quien sea tu apoyo en el cuidado del bebé), que están enfrentando algunas dificultades para amamantar o que quieren recibir más información sobre lactancia. Estas reuniones son dirigidas por una líder que ha sido capacitada por la organización y que es experta en temas de lactancia. El objetivo es brindar consejos de mamá a mamá. Cada mamá que asiste comparte su experiencia y habla sobre los problemas que está enfrentado, luego otras mamás que tuvieron inconvenientes similares cuentan que hicieron para superarlos y la líder también comenta al respecto.



La primera vez que asistí a una reunión de LLL Perú mi pequeñito tenía dos meses y, si bien ya había logrado establecer la lactancia exclusiva, me ayudó muchísimo porque me di cuenta que yo no era la única mamá que estaba tratando de superar sus dificultades. Antes de esto yo sentía que luchaba contra el mundo porque todos siempre me decían que debía darle formula a mi bebé, porque era más fácil, porque la leche se me iba a acabar, etc. Ver a otras mamás que, como yo, estaban convencidas que la leche materna era lo mejor para sus bebés y que estaban buscando ayuda para lograr sus objetivos de lactancia, me motivó a no rendirme y además seguí aprendiendo muchas cosas más sobre este tema.



Probablemente si hubiera encontrado a este grupo antes, me hubiera tomado menos tiempo alcanzar mis objetivos de lactancia. La LLL Perú está en Facebook y ahí publican información sobre las reuniones que organizan. Además pueden contactar a las líderes a traves del servicio de mensajería de facebook. Les recomiendo que asistan a las reuniones, es un grupo de mamás muy agradable, aquí les copio el link para el fan page de LLL Perú: https://www.facebook.com/lllperu.



Así que mami ya sabes, si estas enfrentando a alguna dificultad para amamantar, busca ayuda lo más pronto posible. Si has decidido amamantar a tu bebé porque crees que es lo mejor para él o ella, ¡no te rindas! Cualquier problema que se te presente se puede superar y antes de lo que te imaginas tú y tu bebé van a estar disfrutando de una lactancia maravillosa, te lo aseguro.

sábado, 27 de septiembre de 2014

Recomendaciones para el uso de Pezoneras

 Cuando decidí probar las pezoneras no sabía bien cómo usarlas. Además la marca que elegí no venía con instrucciones detalladas por lo que me pareció importante dar algunos consejos sobre este tema. De todas las páginas que revisé, las recomendaciones que detallo a continuación me parecieron las más adecuadas de acuerdo a mi experiencia.  Al final estoy copiando la dirección de la página de donde obtuve la información para redactar esta entrada por si desean revisarla ya que también ofrece información de cómo usar las pezoneras cuando se tiene pezones invertidos (solo que el texto original está en inglés).



Recomendaciones para el uso de pezoneras de silicona



Antes de usar: Siempre asegúrate de lavar la pezonera en cada toma con agua tibia y jabón (yo incluso los esterilizaba con vapor).



Como aplicar: asegúrate que la pezonera está seca antes de aplicar. Dóblala hacia afuera levemente antes de ponerla en el pezón. No la dobles completamente. Con la pezonera doblada ligeramente hacia afuera ponla en la base del pezón y extiéndela sobre este. Es normal que haya  un espacio entre el extremo del pezón y el extremo de la pezonera.




Como usar: una vez que la pezonera está posicionada correctamente agarra tu pecho con una mano en forma de C mientras que con la otra mano sostienes la cabeza y cuello de tu bebé. Frota suavemente tu pezón (punta de la pezonera) contra la nariz, boca y mentón de tu bebé para que este abra su boca completamente. Una vez tu bebé haya abierto completamente su boca, llévalo hacia tu pecho (hacia la pezonera). Nunca lleves tu pecho hacia la boca de tu bebé. Una vez esté bien prendido del pecho, asegúrate que la boca de tu bebé esté bien abierta de forma que sus labios se vean como los labios de un pez. 

 

Después de amamantar: para asegurarte de que tu bebé se alimentó bien observa si este está satisfecho y si tus pechos se sienten más suaves (aunque en muchos casos las mamás siempre sienten que sus pechos están suaves, incluso antes de que el bebé lacte, y esto no quiere decir que no estén produciendo leche), además puedes revisar si en la pezonera hay restos de leche. Recuerda que si tu bebé está ganando peso y tiene un número adecuado de deposiciones en el día estás haciendo un excelente trabajo alimentando a tu pequeño.


Finalmente, recuerda que luego de algunos días puedes intentar no usar las pezoneras en alguna toma para que, de forma gradual, vayas empezando a dejarlas. Una forma de hacer esto es empezar la toma con la pezonera puesta y cuando sea tiempo de cambiar de pecho removerla. A veces cuando intentas removerla en el primer pecho, tu bebé puede estar muy hambriento y puede frustrarse un poco de forma que rechace el pecho. Y no te preocupes si no lo logras en el primer intento, espera unos días y vuelve a intentar. Eventualmente tu lactancia se hará más fácil y antes de que te des cuenta  ya no necesitarás más ninguna pezonera.

Fuente:

miércoles, 24 de septiembre de 2014

¿Dar de lactar duele?




La respuesta esta pregunta es NO o al menos no debería. La primera vez que me recibí información de un experto sobre lactancia fue cuando aún estaba embarazada y asistía a las clases de psicoprofilaxis en un instituto especializado en mamás embarazadas. Antes de esto había escuchado comentarios sobre como algunas mamás la pasaron mal al principio de la lactancia porque la succión de sus bebé les ocasionaba dolor y la mayoría me aseguraba que era normal y que al cabo de una o dos semanas el dolor se iba porque “el pecho se acostumbraba” a la succión. En la única clase que recibí sobre lactancia en el instituto de mamás me dijeron que este era un mito y, al parecer, uno de los más comunes. Me explicaron que lo que causa dolor es el mal posicionamiento del bebé.

Si bien todos los bebés saben succionar, no todos tienen un buen agarre. Según lo que me explicaron, un buen agarre es cuando el pezón llega hasta el paladar blando del bebé, cuando no lo hace es que sentimos dolor. Para lograr esto tabién es necesario poner al bebé de forma que su estómago esté frente al nuestro. Busqué en internet alguna imagen que me permitiera explicar mejor este tema y se las muestro a continuación junto con la definición de “buen agarre” que La Liga de la Leche Internacional publicó en su web:



"...En el seno, las mandíbulas y la lengua del bebé deben trabajar de manera coordinada. Cuando el bebé toma el seno, su lengua forma un canal debajo del pecho y se apoya rítmicamente, presionando el seno de su madre contra el paladar. Esto aplana y alarga la parte de la areola situada atrás del pezón. Entonces, la parte posterior de la lengua del bebé forma un canal antero-posterior, que permite a la leche salir del pezón. Enseguida el bebé traga y respira. Sus labios son retraídos y apretados contra el pecho para mantener la succión."




Hasta aquí todo perfecto, yo sabía que si sentía dolor tenía que colocar bien a mi bebé y con eso los dos estaríamos felices. Incluso me enseñaron una técnica en la cual tenía que cargar a mi bebé de forma que su cabecita colgara levemente para que su boquita quedara abierta y así yo podría introducir mi pezón lo más que pudiera para que llegara hasta su paladar blando. Si no funcionaba y sentía dolor lo único que tenía que hacer era despegar a mi bebé y volver a intentar.



Cuando mi bebito nació y empezó a lactar no sentí ningún dolor, mi mayor problema fue que no se prendía bien, le costaba mucho empezar a succionar a pesar de que yo intentaba ponerlo en la posición correcta. Pasaron algunos días y aparte de que mi bebe seguía teniendo problemas para prenderse de mi pecho empecé a sentir dolor y tenía los pezones muy irritados y agrietados.  El dolor fue aumentando hasta el punto en que ya no podía darle pecho, prefería extraerme la leche y dársela en un biberón. Me deprimí mucho porque siempre pensé que lo mejor para mi bebé era amantarlo así que decidí contactar a una especialista en lactancia para que me ayudara a colocar a mi hijito de forma correcta pero no lo logré.



Una de mis amigas me comentó que lo que la ayudó a mitigar el dolor cuando dio de lactar a su bebé, fue utilizar pezoneras (hasta ahora no sé el nombre correcto de estos productos otros nombres son: cubre pezón, protege pezón, etc.). Las pezoneras son unos protectores de silicona que van pegados a tu pezón y lo protegen, especialmente cuando ya está dañado.



El primer día que usé las pezoneras mi bebé se prendió sin problemas. Después de casi un mes sufriendo porque mi bebé no lograba lactar bien, él se quedó lactando por cerca de 40 minutos. Me sentí demasiado feliz y además sentí muchísimo menos dolor (amé a mi amiga por recomendarme este producto que me pareció tan milagroso).



En Perú hay varias marcas de pezoneras, la que yo usé fue la marca AVENT porque era la más fácil de encontrar (la venden hasta en los supermercados). También probé la marca AMEDA y me parecieron muy buenos, ahora he visto que hay muchas marcas más (MEDELA, NUK, PIGEON, etc.) solo es cuestión de preferencias.



Lo mejor de las pezoneras es que, en la mayoría de casos, son  una solución temporal. Después de unas semanas usándolas, mis pezones habían sanado y mi bebé ya podía prenderse del pecho sin ayuda de estas, así que poco a poco fui usándolas cada vez menos hasta que no las necesité más. Si bien algunas personas piensan que no son lo mejor para la lactancia, a mí me ayudaron a afianzarla y no me generaron ningún problema adicional (aunque se volvió un poco tedioso tener que estar limpiando las pezoneras cada vez que mi bebé tenía que alimentarse pero no era un problema grave).



En resumen, dar de lactar no tiene por qué doler, solo necesitamos colocar bien a nuestros bebés. Si no lo logramos siempre es recomendable buscar ayuda pero si no la encontramos las pezoneras son una solución rápida y temporal a este problema. Visita el post sobre recomendaciones para el uso de pezoneras para obtener algunos consejos sobre el uso de las mismas.